Es una enfermedad crónica de la piel que provoca enrojecimiento, descamación y picor intenso. Puede causar limitaciones físicas y psicosociales.
Por iProfesional
13/09/2023 – 07:50
Más de 1 de cada 5 niños y 1 de cada 10 adultos padecen dermatitis atópica, por lo que es una de las condiciones médicas más comunes. De ese total, alrededor de la mitad representa la variante de moderada a grave. Durante décadas, los dermatólogos y alergólogos no pudieron brindar respuestas satisfactorias a esta comunidad de pacientes; No conseguían controlar su enfermedad y los tratamientos sistémicos existentes eran ineficaces o tóxicos y no podían indicarse a largo plazo. Hoy la situación es distinta y distintos dirigentes aprovecharon el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, que se conmemora este jueves 14 de septiembre, para resaltar este punto y visibilizar lo que significa vivir con esta patología.
“Es cierto que hoy tenemos mejores herramientas para controlar esta enfermedad en los casos más complejos, pero todavía tenemos que trabajar como pacientes, médicos y la comunidad en su conjunto en reconocerlo adecuadamente y darle la importancia que merecee, el verdadero impacto que esta enfermedad tiene en la vida de los pacientes, porque a veces es invisible, aunque atraviesa toda la realidad de una persona y sus seres queridos. Esto es lo que los pacientes nos dicen todos los días en el consultorio”, dijo el Dr. Claudio Parisiespecialista en Alergia e Inmunología y expresidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
La dermatitis atópica es la forma más común de eczema y para muchas personas puede parecer simplemente una afección irritante y con picazón en los pies, pero es una enfermedad inflamatoria crónica, compleja y de amplio alcance causada por una desregulación del sistema inmunológico que en realidad puede ser debilitante tanto física como mentalmente para los millones de personas afectadas.
Una enfermedad crónica que puede provocar limitaciones físicas y psicosociales.
Para el Dra. María Eugenia Abadpresidente de la Sociedad de Dermatología Pediátrica para América Latina (SDPL), “aunque la mayoría de los pacientes enfrentarán brotes ocasionales y estos serán manejables, aquellos con casos más crónicos y severos pueden sufrir de picazón intensa y persistente, con lesiones en la piel que pueden cubrir grandes parte del cuerpo y a veces se infectan.
Picazón, dolor e infecciones de la piel. impacto en la calidad de vida, autoestima y relaciones interpersonales y puede conducir a una compleja suma de problemas adicionales invisibles, como insomnio, depresión, ansiedad y aislamiento social. En particular, los trastornos del sueño pueden afectar el crecimiento y desarrollo infantil, así como la capacidad neurocognitiva en niños y adultos, además de derivar en días de ausentismo escolar y laboral.
Del mismo modo, las personas con dermatitis atópica suelen experimentar una carga de enfermedad aún mayor porque suelen desarrollar ciertas comorbilidades desencadenadas por el mismo proceso inflamatorio, conocido como inflamación tipo 2, como asma, rinitis alérgica y poliposis nasal. Además, las afecciones moderadas y graves que no se controlan adecuadamente se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y de sobrepeso y obesidad.
Por ello, añadió la Dr. Parisi“La EA podría considerarse un trastorno sistémico con importantes limitaciones físicas y psicosociales. Sin duda, sus manifestaciones van más allá de la piel y afectan a todos los aspectos de la vida”.

Es una enfermedad crónica de la piel que provoca enrojecimiento, descamación y picor intenso.
¿Cómo se trata la dermatitis atópica?
“La protección de la barrera cutánea, mediante la aplicación frecuente de cremas y emolientes tópicos, con o sin corticosteroides, sigue constituyendo la base del tratamiento de la EA. Sin embargo, una proporción de pacientes con enfermedad de moderada a grave no responde al tratamiento tópico. tratamiento. Entonces, el siguiente paso terapéutico fue la fototerapia o inmunosupresión sistémica, aunque esta opción presentaba una eficacia desigual y una eventual toxicidad”, describió el doctor abad.
Sin embargo, un mayor conocimiento de los mecanismos implicados en el desarrollo de la EA ha llevado en los últimos años a la ampliación de las opciones de tratamiento para casos graves, que están cambiando profundamente las expectativas de tratamiento de pacientes y médicos para obtener una eficacia notablemente mayor con un mejor perfil de seguridad.
“Durante mucho tiempo tuvimos herramientas limitadas para el manejo de la dermatitis atópica, pero los últimos avances nos han permitido contar con medicamentos específicos, que tienen mecanismos de acción diferentes a todo lo que conocíamos para tratar la dermatitis atópica y representan un avance significativo hacia “la satisfacción”. de una necesidad insatisfecha. Cabe señalar que la Dermatitis Atópica es una enfermedad crónica que puede controlarse mediante medicamentos eficaces y seguros, permitiendo a los pacientes que la padecen tener una vida normal”, concluyeron los especialistas.