Aunque se consideraba un escenario posible, la derrota golpeó duramente a Unión por la Patria. Un día después de perder la segunda vuelta por más de 11 puntos con un supuesto político aficionado, la coalición gobernante se vio conmocionada en una mezcla de confusión y parálisis, donde los teléfonos permanecían apagados y los portavoces habituales estaban ausentes de los medios y de las redes.
La dirección de la UP coincidió en el inconveniente de expresar públicamente valoraciones precipitadas de lo sucedido. Pasar del partido en el poder a la oposición puede ser un proceso traumático, donde no se descarta que algunos líderes sean rediscutidos.
El peronismo inicia un camino con muchas curvas. Alberto Fernández, por ejemplo, es el líder nacional del Partido Justicialista. El triunvirato de la CGT ocultó a sus presos mientras hubo gobierno peronista. Los movimientos sociales enfrentarán otro escenario.
Los gobernadores también. En los últimos cuatro años, hasta 18 gobernadores se han incorporado al gobierno nacional. Ahora la Unión por la Patria mantiene la base de apenas siete dirigentes peronistas: Kcillof (Buenos Aires), Jaldo (Tucumán), Melella (Tierra del Fuego), Quintela (La Rioja), Jalil (Catamarca), Ziliotto (La Pampa) y Insfrán (Formosa); además de Zamora (Santiago del Estero) y Sáenz (Salta). Los gobernadores de Río Negro (Weretilneck), Neuquén (Figueroa) y Misiones (Passalacqua) se alinearon con la candidatura de Massa, pero no necesariamente seguirán como socios de UP.
Incluso en este escenario de incertidumbre, fuentes peronistas en el Congreso explican que las bases que existen para construir la oposición “no son nada insignificantes”: “Tendremos 105 representantes de la UP; Si no nos dividimos seremos la primera minoría, por encima del PRO, la UCR y los libertarios. Con acuerdos con otros bloques, considerando la crisis de Juntos por el Cambio, podemos constituir una fuerza legislativa poderosa”, afirmó.
Lo mismo en el Senado. UP tiene 32 senadores, más que cualquier otra fuerza.
“Será un Senado con mucha influencia de Cristina. Entrará Wado de Pedro, estarán Juliana Di Tulio, Mayans y un núcleo de peronistas leales a Cristina”, dijo un diputado de la UP.
El Senado, gobernadores como Insfrán o Zamora, pero especialmente Kicillof en Buenos Aires, aparecen como los pilares del peronismo kirchnerista tras la derrota electoral. “Kicillof tiene futuro presidencial porque ya no puede ser reelegido; “Tienes cuatro años para construir esto”, añaden. También es cierto que el gobierno de Buenos Aires perderá el trato preferencial en recursos federales que recibió del gobierno de Alberto Fernández.
“La base bonaerense y el Senado no están mal para enfrentar una ‘resistencia’ del peronismo-kirchnerismo, pero no alcanzan para proyectarse a nivel nacional. El repudio electoral en el centro del país tiene que resolverse”, analizan además.
“Hoy veo desolación; y probablemente en unos días…