El mercado está confundido las señales enviadas por el equipo económico de Javier Milei, sobre qué tan rápido será el plan de dolarización y qué tan drástica será la “motosierra” sobre el gasto.
De hecho, algunos gestores de fondos están convencidos de que si gana el candidato libertario, el mercado responderá con un desplome del precio de los bonos argentinos. es el caso de Javier Timerman, director de la firma de inversión Adcap y uno de los analistas más escuchados del mercado. Dijo en entrevista con Jorge Fontevecchia que Los bonos podrían perder hasta el 30% de su valor. En caso de que ganara Milei, se mantendrían neutrales ante una victoria de Sergio Massa y que podrían subir un 30% si se impusiera Patricia Bullrich.
Con cada declaración de este tipo siempre surge la misma pregunta: ¿cómo se explica el miedo de los inversores a alguien que se presenta como el más “favorable al mercado” de los candidatos presidenciales? Y la respuesta es siempre la misma: la falta de precisión sobre cómo se implementará el drástico plan económico.
Sin embargo, en los últimos días hubo un punto sobre el que se dio al menos una aclaración: la prioridad absolutaen términos de tiempo, será el desarme de la “bomba Leliqs”, que ya acumula $19,5 billones -equivalentes a US$55,7 mil millones al tipo de cambio oficial- y viene creciendo al 15% mensual.
En el equipo “libertario”, el tema se considera importante al punto que no se considera viable desmantelar el tipo de cambio y normalizar el comercio exterior sin antes dar una solución a los pasivos del Banco Central -es decir, las Leliq más las colocaciones de bancos de corto plazo-, las cuales son consideradas un factor de inflación reprimida.
Por ahora, se sabe que este tema está siendo discutido con inversores de Wall Street, incluidos algunos del tamaño del Banco de America, cuyos enviados estuvieron en Buenos Aires la semana pasada, y con los del J. Morganque se encuentran en este momento en el país para contactar al equipo “libertario”, empezando por Emilio Ocampopresidente predesignado del Banco Central.
Darío Epsein, asesor de Javier Milei, aseguró que luego de su entrevista con inversionistas en Nueva York aportó ideas concretas sobre cómo abordar el problema de las Leliq.
“Ni bicicleta ni licuación”
Quien afirmó que las Leliqs son la preocupación más urgente fue Darío Epstein, uno de los principales asesores de Milei, que estaba debatiendo el tema con financieros de Wall Street. En charla con inversionistas locales, el economista dijo que había “planteado algunas ideas interesantes” que necesitaba charlar con el propio Milei.
Y, aunque no entró en detalles técnicos, dejó algunas definiciones. Por ejemplo, no comparte algunos diagnósticos de “voluntarismo fácil” de que las Leliqs pueden disminuir paulatinamente con sólo una mejora de la credibilidad y un crecimiento de la demanda de pesos.
La frase fue interpretada como una respuesta a los economistas que plantean que, en realidad, el problema de las Leliqs es un reflejo del déficit fiscal y la falta de confianza Del mercado. Según esa visión, en caso de un cambio en las expectativas, sería un tema manejable porque su tamaño iría disminuyendo gradualmente a medida que los bancos reorientaran los pesos “excedentes” hacia créditos para el sector privado.
Epstein rechazó esa visión y vaticinó un plan concreto para liberarse de los pasivos del BCRA. Prometió una solución “sin sorpresas, sin liquidaciones ni Plan Bonex”.
Además, dio otra pista importante cuando se le preguntó sobre Si mantendría el mecanismo “rolling” de vencimientos de deuda en pesos, tal como lo está haciendo actualmente el ministro Massa. Epstein dijo que la idea es reducir gradualmente esa dependencia del crédito interno a medida que se recorta el gasto, pero que habrá un llamamiento a seguir renovando la deuda para hacer frente a los gastos más urgentes.
“La situación es pensar que tenemos que pagar sueldos y bonificaciones, y esperamos que el mercado local, que tiene muchos pesos y pocas formas de aplicarlos, siga apoyando como lo ha hecho hasta ahora”, explicó Epstein, quien de inmediato aclaró. eso “reperfilar” está fuera del menú.
Pero el detalle más interesante estuvo relacionado con la tasa de interés: el equipo de Milei cree que la tasa que ahora se paga a los bancos para ayudar al Tesoro es excesiva. En consecuencia, se reducirá a evitar la repetición del esquema de “carry trade” -conocida popularmente como “bicicleta financiera”- aplicada durante el gobierno macrista, a la que calificó como “pan para hoy y hambre para mañana”.
El fantasma de un nuevo Plan Bonex
Aunque no entró en detalles, el propio Milei dio una pista de qué solución vislumbra: que las Leliqs se canjeen por bonos del Tesoro en dólares, que nominalmente se cotizan en US$120.000 millones.
Desde su punto de vista, basta con que el precio de mercado de los bonos alcance un tercio del precio nominal de la “bola”, que calcula en unos 30.000 millones de dólares. se puede arreglar.
Es una propuesta que ha sido criticada tanto desde la línea ortodoxa del mercado como desde el peronismo kirchnerista. Y la acusación que se escucha con más frecuencia es la de similar al Plan Bonex de 1990.

Ante una situación que el mercado califica de potencial “bomba inflacionaria”, el equipo de Milei sugiere que la solución sería inducir una reducción de los tipos de interés.
El Bonex quedó en la memoria histórica de los argentinos como sinónimo de desamortización y defraudación a los ahorristas por parte del Estado. Básicamente, consistía en Canje compulsivo de todos los bonos de deuda soberana y depósitos a plazo fijo en pesos.por un nuevo bono en dólares, pagadero a 10 años, con dos años de gracia y ocho pagos anuales de capital, a interés variable.
En ese momento, los depósitos bancarios a 30 días obtenían tasas superiores al 400%. El equipo económico de aquella época tomó la medida del intercambio obligatorio como forma de detener la ola inflacionaria. Y, al mismo tiempo, dejó flotar el dólar. Como consecuencia, se produjo una profunda recesión en un mercado carente de liquidez: se estima que la confiscación de Bonex equivalió al 60% de la base monetaria. Por otro lado, el Banco Central logró recuperar reservas, dado que las exportaciones crecieron tres veces más rápido que las importaciones.
El primero en hacer la comparación fue Cristina Kirchnerquien dijo que cuando Milei propuso la dolarización en realidad estaba pensando en una licuación previa, al estilo del Plan Bonex, porque, como había sucedido con la convertibilidad del Domingo Cavalloera necesario que esos pesos salieran del sistema como condición previa al nuevo régimen cambiario.
En la misma línea, Massa planteó el fantasma del daño a los ahorristas
“Espero que los bancos avisen a sus clientes.. Porque lo que dijo Milei es que si es presidente habrá un plan Bonex. Cuando describe cómo trata los pasivos del Banco Central, cómo trata las Leliq, lo que está diciendo es que “Se va a quedar con el dinero de los ahorristas”. dijo Massa, en una entrevista televisiva.
Esta estrategia del ministro/candidato es de alto riesgo, porque en el afán de infundir miedo sobre la propuesta de Milei, se corre el riesgo de que los ahorristas quieran adelantarse a una medida drástica y que se profundice un flujo de depósitos en estos momentos.
De hecho, según un informe del consultoría LCG, En el último mes, los depósitos a plazo fijo tuvieron una caída real del 3,6%, donde los clientes mayoristas redujeron su exposición un 2,6% mientras que los pequeños ahorristas la retiraron un 9,7%.
Un mercado desconfiado
La verdad es que, mientras los candidatos debaten, La “bola” sigue creciendo, al punto que triplica la base monetaria y ya representa el 14,4% del PIB, cuando a principios de año equivalía al 10%. Según los analistas, el ritmo de aumento es proporcional a la emisión monetaria, ya sea directa del Banco Central o indirecta a través de la compra de títulos públicos.
Un informe de la Fundación Mediterránea señala que el nivel real de emisión monetaria Ya equivale al 6% del PIBcifra sólo superada por el 7,5% que se registró en 2020, en medio de la emergencia por la pandemia.

Esa situación es la que hace El escepticismo reina en el mercado. sobre una solución para las Leliq que no implique una licuefacción en términos reales. Por caso, Ramiro CastiñeiraUn analista de Econométrica, dijo en FM Milenium que, en caso de que gane Milei, se descartaría una variante expropiatoria al estilo Bonex. pero que se sugiere una solución “con mucha inflación al mismo tiempo que se baja el tipo de interés”.
Este análisis se apoyó, sobre todo, en la predicación de Carlos Rodríguez, el ex viceministro de economía de la era menemista que ahora coordina el equipo de asesores de Milei. Rodríguez sostiene que se debe implementar “una reducción paulatina de la tasa de las Leliqs hasta llegar finalmente a cero”. Sostiene que este proceso iría acompañado de una disminución de las emisiones al mismo ritmo que se reduce el déficit fiscal. Es decir, rápido.
Sin embargo, ésta es una propuesta que está lejos de generar unanimidad. Son muchos los que advirtieron que una política así podría generar una corrida bancaria y que los ahorristas a plazo fijo correrían para cubrirse en dólares.
En los últimos días, Rodríguez tuvo una polémica pública con Lucas Llach, ex viceministro del BCRA en la gestión macrista, quien lo acusa de tener un abordaje erróneo del problema. Según Llach, se comete el error de darle demasiada importancia a la tasa de interés nominal de las Leliq y no a la tasa real, lo que distorsiona la idea sobre el efecto inflacionario de estos títulos.
Mientras tanto, como reveló Epstein, el tema se convirtió en una prioridad para el equipo “libertario”, que busca validar su visión con los bancos de inversión de Wall Street. Milei, a todo esto, prepara tu argumento defensivo por las acusaciones que sabe que le harán sus oponentes en el debate de candidatos.