Retenga el talento BIPOC con apoyo y reconocimiento

Nota del editor: en este artículo, Adweek se desvió de su estilo de uso de Latinx debido a la preferencia del escritor. Latine es una forma de latino de género neutral.

En mi carrera, he trabajado para organizaciones donde no era la única latina en la sala. He levantado la mano para participar en proyectos que conecten con mi comunidad porque me identifico como traductora de cultura.

Crecí en un hogar de habla hispana en Chicago, criado por padres nacidos en México que trabajaban para pagar un viaje anual a México para visitar a mi familia. Reconozco que el acto de viajar a México fue un privilegio para mi familia porque muchos inmigrantes dejaron sus hogares sin la opción de viajar de regreso hasta poder obtener un estatus legal. También reconozco que Chicago es el hogar de una comunidad latina diversa que representa el 33% de la población de la ciudad.

A diferencia de cómo me identifico, hay profesionales latinos que prefieren no ser etiquetados como parte de un grupo y liderar con otras experiencias profesionales o intereses personales.

O, simplemente, hablar de identidad cultural puede resultar doloroso. Esto es especialmente cierto si un profesional BIPOC creció en una ciudad que carecía de diversidad, donde era el único estudiante no blanco en la escuela y/o sus padres querían proteger a sus hijos enseñándoles a no abrazar sus raíces culturales.

Sin embargo, si tienes un nombre español y/o pareces latino, independientemente de tu trayectoria, las historias de tokenismo son reales en ambos lados.

Desde la perspectiva de un mexicano-estadounidense de primera generación criado en Chicago, así es como los gerentes pueden evitar el simbolismo y retener nuestro talento matizado.

La minoría de más rápido crecimiento, excepto en la publicidad.

Nuestro impacto es evidente. Más allá de los titulares nacionales y de datos como “Los latinos representan más de la mitad del crecimiento poblacional del país”, nuestro impacto se puede sentir en los principales escenarios y la sociedad nos ha abrazado.

Ver a Diana Flores, jugadora de fútbol americano de bandera mexicana, en un anuncio del Super Bowl me hizo sonreír de orgullo, especialmente cuando hablaba con su madre en español. La película Un hombre llamado Otto representó maravillosamente a una familia latina bilingüe como personajes principales junto a Tom Hanks. Muchas aulas de primaria tienen una mejor representación étnica y diversa que nuestras oficinas. Me imagino a niños sentados uno al lado del otro con un tapiz de comida étnica como almuerzo en la cafetería.